Los bañistas están familiarizados con la experiencia de pasar una tarde bajo el sol, volver a casa y notar que su piel ha cambiado de color horas después. Un nuevo estudio de la Universidad de Tel Aviv (TAU) descubre la ciencia detrás del misterio de por qué el proceso de bronceado del cuerpo no ocurre inmediatamente después de la exposición al sol, sino solo después de unas pocas horas o incluso días.
Los investigadores dicen que la respuesta inicial del cuerpo es priorizar la reparación del daño del ADN en las células de la piel, lo que inhibe el mecanismo responsable de la pigmentación de la piel, comúnmente conocido como bronceado.
El estudio fue dirigido por el estudiante de doctorado Nadav Elkoshi y el profesor Carmit Levy del Departamento de Genética Molecular Humana y Bioquímica de la Facultad de Medicina de TAU , en colaboración con otros investigadores de TAU, el Centro Médico Wolfson, el Instituto de Ciencias Weizmann, el Universidad de California y Universidad Paris-Saclay. Fue publicado el 25 de mayo de 2023 en el Journal of Investigative Dermatology.
“Tenemos dos mecanismos diseñados para proteger la piel de la exposición a la peligrosa radiación UV”, explica Elkoshi. “El primer mecanismo repara el ADN de las células de la piel dañadas por la radiación, mientras que el segundo mecanismo implica una mayor producción de melanina, que oscurece la piel para protegerla de futuras exposiciones a la radiación. En nuestro estudio, descubrimos por qué el fenómeno del bronceado no ocurre inmediatamente cuando el cuerpo se expone al sol, sino solo después de un retraso.
“Resulta que el mecanismo que repara nuestro ADN tiene prioridad sobre todos los demás sistemas de la célula, inhibiendo temporalmente el mecanismo de pigmentación. Solo después de que las células reparan la información genética lo mejor que pueden, comienzan a producir el aumento de melanina”.
Para probar su hipótesis, los investigadores activaron el mecanismo de reparación del ADN tanto en modelos animales como en tejidos de piel humana. En ambos, se desarrolló un bronceado incluso sin ninguna exposición a la radiación ultravioleta, lo que corrobora sus hallazgos.
“La información genética debe protegerse de mutaciones, por lo que este mecanismo de reparación tiene prioridad dentro de la célula durante la exposición a la radiación ultravioleta del sol”, dice el profesor Levy. “El mecanismo de reparación del ADN básicamente les dice a todos los demás mecanismos de la célula: 'Deténganlo todo y déjenme trabajar en paz'. Un sistema paraliza efectivamente al otro, hasta que la corrección del ADN alcanza su punto máximo, lo que ocurre unas pocas horas después de la exposición a los rayos UV. Solo entonces se pone en marcha el mecanismo de producción de pigmentos.
“Este descubrimiento científico ha revelado un mecanismo molecular que podría servir como base para futuras investigaciones que puedan conducir a tratamientos innovadores que proporcionen la máxima protección de la piel contra el daño por radiación. A la larga, puede incluso contribuir a la prevención del cáncer de piel”.