Estudiantes indios comparten sus primeras impresiones sobre lsrael y la UTA.
Tras dejar su aldea somnolienta en el norte de la India rumbo a la Universidad de Tel Aviv, Rajeev Kumar, 27, acusó el primer impacto cultural cuando se bajó del avión y pisó la tierra de la leche, el humus y los bares abiertos las veinticuatro horas. “Todo me era nuevo: la comida, el idioma, el ritmo de vida. Me parecía emocionante y me desbordaba a la vez”, recuerda. Rajeev cargaba a duras penas la valija, atiborrada por demás, por las escaleras que llevaban a su dormitorio estudiantil cuando de repente un fornido estudiante israelí se le apareció por detrás, tomó la valija por el otro lado, e hizo el resto del trayecto con él. “En ese momento, se me fue el temor de ser extranjero en Israel, y me sentí en casa.”
Hace poco Rajeev empezó sus estudios en el flamante programa internacional de grado en ingeniería eléctrica y electrónica, que les ofrece a los estudiantes de grado y de postgrado una formación de primera categoría en el corazón del Silicon Valley israelí.
Rajeev fue desde siempre un apasionado de la ingeniería. “Creo que los ingenieros pueden ayudar a resolver la mayoría de las crisis mundiales, como la escasez de alimentos y agua. La clave consiste en desarrollar nuevas tecnologías, un área en la que Israel se destaca,” explica Rajeev. El ingenio de Israel y su capacidad de prosperar a pesar de los recursos limitados es lo que en principio lo atrajo al programa de grado.
Rajeev sueña con algún día abrir una empresa de programación en su pueblo, lugar en que escasean los puestos de trabajo. “Quisiera detener la fuga de cerebros que se da de las aldeas a las áreas metropolitanas. Sé que no es fácil empezar un emprendimiento, pero ése es mi objetivo. La formación en la UTA me va a ayudar a cumplir este objetivo.”
Cuando Tel Aviv se encontró con el Hindustán
En los últimos cinco años, la UTA vio multiplicarse por tres el número de estudiantes hindúes. Asimismo, la universidad buscó iniciar mayores emprendimientos con la India. Estos incluyen un acuerdo entre el gigante indio Tata Industries y Ramot, la empresa de transferencia de tecnología de la UTA, con el objetivo de financiar aquellas tecnologías de la UTA que tengan un potencial comercial.
Asimismo, la UTA lanzó el primer Foro India-Israel en 2007, en cooperación con la Confederación de la Industria India (conocida por sus siglas en inglés CII) y Aspen India. Esta serie de conferencias anuales, que reúne a líderes académicos y económicos de la India e Israel, tuvo un éxito resonante a la hora forjar amistades y sociedades.
Abrazando la jutzpá israelí
Bhawna Singh, de 36 años, no tuvo mayores inconvenientes en adaptarse a la mentalidad honesta y directa de los israelíes. Esta estudiante explica que también en la India la gente se acerca en la calle para ofrecer consejos que uno no pide. “Para mí era placentero, y hacía que me fuera fácil trabar amistad con la gente de Tel Aviv. Las dos culturas le dan muchísima importancia a la familia,” afirma.
Bhawna, que se acaba de graduar en el programa internacional en administración de empresas Sofaer, eligió estudiar en la UTA porque ésta le ofrece muchas oportunidades de hacer contactos. Piensa valerse de los contactos que hizo en el programa para crear su propia empresa en tecnología de la información en la India.
La fiebre cíber
Vishal Dharmadhikari, 21, nacido en Pune, la India, y además vivió en Botswana y Sudáfrica, admite que no sabía qué esperar en Israel. “Lo que sabía de Israel venía de los medios, que describen a Israel como un lugar peligroso. Me sorprendió lo seguro que me sentí al recorrer el lugar,” dice.
Motivado por los avances de Israel en materia de contraterrorismo y ciber seguridad, Vishal se inscribió en la maestría internacional de la UTA en Seguridad y Diplomacia. Durante sus estudios, Vishal organizó un evento especial llamado “la Conexión India-Israel en Ciber Seguridad”, que formó parte del Taller de Ciencia, Tecnología y Seguridad “Yuval Ne`emán” de la UTA. Este evento abordó la necesidad de alentar una mayor cooperación entre los dos países en momentos en que tanto la India como Israel se enfrentan con amenazas crecientes de cíber delitos.
El éxito de este evento le sirvió a Vishal como fuente de inspiración para fundar su propia empresa en Pune, llamada India Cyber Connect, que se aboca a fortalecer la ciber seguridad en la India mediante la creación de sociedades entre ambos países.
