Investigadores de la Universidad de Tel Aviv advierten sobre la presencia de restos de medicamentos en las fuentes acuíferas del país, los cuales, combinados, se transforman en sustancias peligrosas que pueden ocasionar reacciones alérgicas frente a medicamentos.
En las napas para uso doméstico, se observa la presencia de restos de medicamentos que pueden comprometer la salud pública, de acuerdo con una extensa investigación sobre contaminantes derivados de medicamentos que se está haciendo en la universidad de Tel-Aviv.
El problema de la contaminación provocada por restos de medicamentos preocupa también a la Unión Europea, la cual acaba de publicar un informe sobre la contaminación de las fuentes acuíferas. Este recomienda intensificar los estudios sobre los efectos de las diversas mezclas de contaminantes.
Un grupo de investigación del laboratorio de hidroquímica de la universidad de Tel-Aviv lleva a cabo un seguimiento de campo y en laboratorio de los restos de diversos medicamentos, que quedan incluso en el agua después de que ésta es tratada y que se emplea para regar las plantaciones.
En los últimos años se hacen esfuerzos por detectar qué componentes de los medicamentos se encuentran en el agua, los cuales resultan difíciles de detectar y crean compuestos con distintos grado de peligrosidad.
En las últimas investigaciones se comprobó que el antibiótico que se emplea en los criaderos de peces penetró en las napas de agua de Israel. Los investigadores señalan que esta anomalía podría constituir una amenaza a la salud pública, por lo que se debe suspender el uso de estos productos o buscar la forma de que no se escurra de los criaderos de peces.
Asimismo se comprobó la presencia de amoxicilina en las napas de la planicie costera. Se cree que los restos de este medicamento podrían desencadenar una respuesta alérgica en las personas e incluso se podria producir la ingesta del mismo a través del agua o los alimentos.