El primer “atlas” del cerebro y las nuevas técnicas para detener el deterioro neurológico son apenas algunos de los logros que se obtuvieron en el centro Strauss para las neuroimágenes por computadora.
En el marco de una ambiciosa iniciativa de investigación internacional liderada por el profesor Yaniv Assaf, Director del Centro para las Neuroimágenes por Computadora Alfredo Federico Strauss de la UTA, un grupo de científicos de valió de la tecnología de imágenes por resonancia magnética para escanear el cerebro de 120 personas sanas con el objetivo de crear el primer “atlas” completo de la materia blanca. Este tejido nervioso esponjoso constituye cerca del 50% del volumen del cerebro y es el responsable de transmitir información entre las neuronas.
“Esta hoja de ruta les permitiría a los investigadores comparar el cerebro de personas sanas y enfermas”, sostiene el profesor Assaf. “De esta forma se podría colaborar en la detección y el tratamiento temprano de enfermedades neurológicas y psiquiátricas.” Mientras que antes los científicos analizaban los órganos de cadáveres bajo el microscopio, el equipo de Assaf se valió de técnicas de imágenes por resonancia magnética no invasivas para obtener imágenes tridimensionales del cerebro.
Enfocándose en una sola neurona
El doctorando Daniel Barazany, ávido fotógrafo y amante de la tecnología, desarrolla herramientas sofisticadas para obtener neuroimágenes. Su búsqueda apunta a encontrar el “santo grial” de las neurociencias: cómo se ve el cerebro y cómo funciona al nivel de tan solo una célula. El escáner de imágenes por resonancia magnética es capaz de capturar una imagen general del cerebro, pero no puede visualizar las unidades más pequeñas de éste. En consecuencia, no se logra comprender los componentes más básicos del cerebro en forma acabada
En colaboración con el profesor Assaf, Barazany se vale de las herramientas de imágenes por resonancia magnética para obtener imágenes microscópicas de las capas de las células nerviosas. “Si pudiéramos estudiar la microestructura del cerebro desde más cerca, podríamos señalar el momento justo en el que se producen las anormalidades. Con este conocimiento podríamos desarrollar drogas que les apunten a neuronas específicas y que traten enfermedades neurodegenerativas devastadoras como la enfermedad de Lou Gehrig y la esclerosis múltiple”.
Asimismo Daniel, participa en otros cinco proyectos del Centro Strauss: Colabora con la profesora Galit Yovel de la Escuela de Ciencias de la Psicología de la UTA para estudiar las áreas del cerebro a cargo de la visión, y con el profesor Amir Amedi, de la Universidad Hebrea para analizar las diferencias en microestructura del cerebro de las personas ciegas. La naturaleza interdisciplinaria de las neurociencias es la razón principal por la que Daniel decidió volcarse a esta área: “Cuando uno estudia un campo de la ciencia, recibe una opinión. La neurociencia combina la física, la química, la biología, la medicina, la psicología, el arte la ingeniería y mucho más. Uno está expuesto a muchísimas escuelas de pensamiento” Daniel abriga la esperanza de combinar todos sus intereses y algún día hacer carrera en la industria de las neurociencias.