Las inscripciones que datan del año 600 antes de la era común sugieren la existencia de una alfabetización generalizada en aquellos tiempos de acuerdo con investigadores de la UTA
Tel Aviv. Por mucho tiempo, los expertos debatieron cuánto de la Biblia hebrea fue escrito antes de la destrucción de Jerusalén y el reino de Judea en el año 586 antes de la era común. Si bien los historiadores están de acuerdo que los textos bíblicos clave fueron escritos a partir del siglo VII antes de la era común, la fecha exacta para la compilación de estos libros sigue siendo tema de debate.
Un nuevo estudio de la UTA publicado hoy en PNAS sugiere que se requería de una alfabetización generalizada para llevar adelante esta empresa masiva y ofrece pruebas empíricas de la alfabetización en los días finales del reino de Judea. Una abundancia de individuos alfabetizados en Judea tal vez fue el punto de partida para la compilación de las obras bíblicas que constituyen la historia del reino y la teología de Judea, como la versión temprana de los libros del Deuteronomio y el Segundo libro de los Reyes, de acuerdo con los investigadores.
«Hay una discusión acalorada en lo que respecta al momento de la composición de una masa crítica de textos bíblicos», señala el profesor Israel Finkelstein del Departamento de Arqueología de la UTA y Civilizaciones del Antiguo Medio Oriente, quien dirigió la investigación junto con el profesor Eliezer Piasetzky de la Escuela de Física y Astronomía de la UTA. «Pero, para responder esto, uno debe plantearse una pregunta más amplia: ¿Que tasa de alfabetización había en Judea a finales del período del Primer Templo? ¿Y qué tasas de alfabetización hubo después bajo el dominio persa?»
El estudio interdisciplinario fue conducido por Shira Faigenbaum-Golovin, Arie Shaus y Barak Sober, bajo la supervisión de la profesora Eti Turkel y el profesor David Levin, ambos del departamento de Matemática Aplicada de la UTA. Entre otros colaboradores, se encuentran el profesor Nadav Na´aman del Departamento de Historia Judía de la UTA, y el profesor Benjamín Sass, del Departamento de Arqueología y Civilizaciones del Antiguo Medio Oriente de la UTA.
La alfabetización en el período del Primer Templo
Recurriendo al procesamiento de imágenes computarizadas de alta tecnología y a herramientas de aprendizaje automático, el equipo de la UTA analizó 16 inscripciones desenterradas en una excavación en la remota fortificación de Arad y dedujo que los textos fueron escritos por, al menos, seis autores. El contenido de las inscripciones reveló las capacidades de lectoescritura existentes a lo largo de la cadena de mando militar, desde el escalón más alto hasta el viceintendente del fuerte.
«Diseñamos un algoritmo para distinguir entre los diferentes autores y después armamos un mecanismo estadístico para evaluar nuestros hallazgos», explica Sober. «Con el análisis de probabilidad, eliminamos la posibilidad de que los textos hubieran sido escritos por un solo autor.»
Entre las inscripciones que se encontraron en Arad, hay instrucciones para el movimiento de soldados y para el registro de gastos de comida. El tono y la naturaleza de las órdenes excluían el papel de escribas profesionales. Si se tiene en cuenta que Arad se encuentra en una zona remota, la pequeña guarnición estacionada allí y el período de tiempo ajustado de las inscripciones, este hallazgo sugiere una alta tasa de alfabetización dentro del aparato administrativo de Judea, y ofrece un trasfondo apropiado para la composición de una masa crítica de textos bíblicos.
La alfabetización estaba más difundida de lo que antes se pensaba
«Encontramos pruebas indirectas de la existencia de una infraestructura educativa que tal vez pudo permitir la composición de textos bíblicos», afirma el profesor Piasetzky. «La alfabetización existía en todos los niveles de los sistemas administrativos, militares y sacerdotales de Judea. La lectoescritura no se limitaba a una pequeña elite.»
«Ahora nuestro trabajo consiste en extrapolar los hallazgos de Arad a un área más amplia», señala el profesor Finkelstein, quien ofrece más información al respecto:
Si aplicamos lo que sabemos sobre Arad a los otros fuertes y localidades administrativas de todo el antiguo reino de Judea, podemos estimar que muchas personas podían leer y escribir durante la última etapa del Primer Período del Templo. Suponemos que, en un reino de unas cien mil personas, al menos varios cientos estaban alfabetizadas.
Después de la caída del reino de Judea, se dio una extensa brecha en la producción de inscripciones en hebreo hasta el segundo siglo antes de la era común, el siguiente período en que se evidencia la que la alfabetización estaba difundida. Esto reduce las probabilidades de que se haya compilado una parte sustancial de la literatura bíblica de Jerusalén entre el 586 y el 200 antes de la era común.