Un equipo de la UTA, Harvard y el Technion sugiere que un análisis de sangre rutinario puede revelar el riesgo de alzhéimer así como mediciones del coeficiente intelectual.
Tel Aviv. Los profesionales médicos tienen que llevar a cabo una larga serie de pruebas para determinar los daños en la memoria, en las habilidades cognitivas y en los cambios de conducta de un paciente para diagnosticar con precisión el mal de Alzheimer. También tienen que llevar a cabo costosos escaneos de imágenes cerebrales e, incluso, a veces, pruebas invasivas de fluidos espinales del cerebro para descartar otras enfermedades. El proceso, en el mejor de los casos, es trabajoso y, en el peor, subjetivo.
Un nuevo descubrimiento hecho por investigadores de la UTA, del Technion (Centro Médico Rambam) y de la Universidad de Harvard hace que la comunidad médica dé un salto adelante en el proceso de monitorear y diagnosticar en forma efectiva el mal de Alzheimer. Este nuevo estudio, publicado en el Journal of Alzheimer´s Disease, propone un flamante biomarcador para detectar el envejecimiento cognitivo y el mal de Alzheimer: la proteína neuroprotectora dependiente de la actividad (PNDA), cuyos niveles se pueden monitorear en análisis de sangre rutinarios. Asimismo, el estudio también encuentra que los niveles de PNDA analizados en la sangre se correlacionan con un coeficiente intelectual más elevado en adultos mayores sanos.
La investigación fue dirigida por la profesora Ilana Gozes, titular de la Cátedra «Lily y Avraham Gildor» para la Investigación de los Factores de Crecimiento, exdirectora del Centro «Adams Super» para Estudios del Cerebro de la Facultad de Medicina «Sackler» de la UTA y miembro de la Escuela de Neurociencia «Sagol» de la UTA. Este estudio fue conducido por la doctorando Anna Malishkevich, de la UTA, y contó con el respaldo del doctor Gad Marshall, el doctor Aaron Schultz y la profesora Reisa Sperling de la Universidad de Harvard, así como la profesora Judith Aharon-Peretz, del Centro Médico Rambam, el Instituto de Tecnología «Technión».
El paso para una intervención temprana
Se observaron incrementos significativos en los niveles de PNDA ARN en pacientes que tenían de ligeros deterioros cognitivos (LDC) a demencia por alzhéimer. Los niveles de PNDA que se analizaron en las muestras de suero y plasma, así como los niveles de ARN de leucocitos, marcaban la diferencia entre adultos normales en lo cognitivo, aquellos con LDC y los participantes con demencia a causa del alzhéimer.
Para los fines de este estudio transversal, los investigadores analizaron las muestras de sangre que se habían tomado de 42 adultos, entre los que se encontraban personas sanas, otras con LDC y otras tantas con el mal de Alzheimer, en el Centro Médico Rambam de Israel. Después de haber comparado la expresión de la PNDA en las muestras de sangre, los investigadores prepararon muestras de plasma y otra vez c los niveles de proteína.
«Este estudio sirvió como base para detectar este biomarcador en análisis de sangre no invasivos y rutinarios, y es sabido que la intervención temprana no tiene precio para los pacientes con alzhéimer», afirma la profesora Gozes. «Ahora planeamos aplicar estos hallazgos primarios en pruebas clínicas con el objetivo de crear una prueba de pre-alzhéimer que va a contribuir a diseñar tratamientos preventivos potenciales.»
Sobre la base de investigación original
Este nuevo estudio se basa en la investigación previa de la profesora Gozes sobre la plasticidad neuronal y la protección de células nerviosas en el nivel de sistemas celulares y moleculares y su descubrimiento de nuevas familias de proteínas, lo que incluye la PNDA, asociado con la comunicación cruzada entre células nerviosas neuronales y sus células de apoyo.
La profesora Gozes se concentró en la utilidad potencial de los niveles de PNDA en sangre como biomarcador del alzhéimer. «Cuanto más ARN PNDA se encuentra en las células sanguíneas, menos agregados se observan en el cerebro de adultos mayores normales en lo cognitivo», explica la profesora Gozes. «También resulta interesante que hayamos encontrado que, cuanto más PNDA se detecte en el suero, más alto es el coeficiente intelectual del individuo.»
Estos hallazgos se ven corroborados por un estudio aparte hecho por un grupo independiente que descubrió que la proteína PNDA se encuentra presente, en menores cantidades, en muestras de suero de pacientes con un alzhéimer ligero. Sin embargo, en las investigaciones de la profesora Gozes, que pone la mirada en aquellos pacientes con un mal de alzhéimer en estado avanzado, los niveles de ARNm PNDA en los leucocitos se elevan en forma dramática por sobre los niveles medidos en individuos cognitivamente normales. Este estudio sugiere que los niveles sanguíneos de ARNm PNDA que se han incrementado en forma dramática en aquellos pacientes con alzhéimer posiblemente sean insuficientes o provoquen daños.
«Encontramos una clara conexión entre los niveles de PNDA en la sangre y las placas de amiloide en el cerebro», indica Gozes. «Nuestro estudio es el primero en evaluar la PNDA en individuos adultos con riesgo de contraer el mal de Alzheimer, y estos resultados abren la puerta para que se los convalide en estudios más informativos y más grades.»
Los investigadores están analizando la posibilidad de hacer pruebas clínicas a mayor escala para determinar con más precisión la capacidad de la PNDA para predecir el declive cognitivo y el avance de la enfermedad.