El ADN ancestral extraído de los Rollos del Mar Muerto por los investigadores de la Universidad de Tel Aviv permite una mirada singular e inesperada hacia el interior del mundo reinante durante el Período del Segundo Templo en la historia Judía.
3 de junio de 2020
Un equipo interdisciplinario de la Universidad de Tel Aviv, liderado por los Profs. Oded Rechavi de la Facultad de Ciencias de la Vida George S. Wise, y Noam Mizrahi del Departamento de Estudios Bíblicos de TAU, en colaboración con el Prof. Mattias Jakobsson de la Universidad Uppsala en Suecia, la Autoridad en Antigüedades de Israel y el Prof. Christopher E. Mason de Medicina Weill Cornell, ha decodificado exitosamente el ancestral ADN extraído de la piel de los animales sobre la cual los Rollos del Mar Muerto fueron escritos. A través de la caracterización de las relaciones genéticas entre distintos fragmentos de los rollos, los investigadores pudieron detectar importantes conexiones históricas.
La investigación, que se llevó adelante durante siete años, es reveladora respecto de los Rollos del Mar Muerto. “Hay muchos fragmentos de rollos que no sabemos cómo conectar, y si reunimos y conectamos todas las piezas equivocadas, la interpretación de cualquier rollo puede cambiar drásticamente. Suponer que los fragmentos que están hechos con piel de la misma oveja pertenecen al mismo rollo”, explica el Prof. Rechavi, “es como armar un rompecabezas, pieza por pieza”.
Los Rollos del Mar Muerto son alrededor de 25.000 fragmentos de cuero y papiro descubiertos a principios de 1947, principalmente en las cuevas de Qumrán pero también en otros lugares del Desierto de Judea. Entre otras cosas, los rollos contienen las copias más antiguas de los textos bíblicos. Desde que fueron descubiertos, los estudiosos se han enfrentado al desafío extraordinario de clasificar los fragmentos y reunirlos, pieza por pieza, en los restos de cerca de 1.000 manuscritos que fueron escondidos en las cuevas antes de la destrucción del Segundo Templo en el año 70 de la Era Común.