El número limitado de donantes de páncreas y los pocos avances que hubo en las terapias convencionales con células madre hicieron que el profesor Shimón Efrat (medicina) y su colega de la Universidad Hebrea, el profesor Nissim Benvenisti (ciencias de la vida) buscaran una nueva solución para el tratamiento de la diabetes.
Estos descubrieron que, al convertir las células humanas de páncreas en células madre y, al obligarlas a que se vuelvan a convertir en células de páncreas productoras de insulina, eran capaces de producir una gran cantidad de material terapéutico. Sobre la base de esta tecnología, la empresa Stem Cell Therapeutics comenzó el proceso para desarrollar un tratamiento efectivo contra la diabetes.