UN NUEVO ESTUDIO INTENTA DESCUBRIR SI NUESTROS CEREBROS TIENDEN A SOBREESTIMAR LA PRECAUCIÓN O A SUBESTIMAR EL RIESGO.
31 de Agosto de 2020
Un nuevo estudio de la Universidad de Tel Aviv investigó las reacciones del cerebro en condiciones de incertidumbre y conflicto estresante en un ambiente de riesgos y oportunidades. Los investigadores identificaron las áreas del cerebro responsables del delicado equilibrio entre el deseo de beneficio y la evitación de una pérdida potencial en el camino.
El estudio fue liderado por los investigadores de la Universidad de Tel Aviv, Profs. Talma Hendler, Itzhak Fried, Tomer Gazit y Tal Gonen, de la Facultad de Medicina Sackler, la Escuela de Ciencias Psicológicas y la Escuela Sagol de Neurociencias, conjuntamente con investigadores del Centro Médico Sourasky (Ichilov) de Tel Aviv y la Universidad de California, la Escuela de Medicina de Los Ángeles. El estudio se publicó en el pasado mes de julio de 2020 en la prestigiosa revista Nature Communications.
El Prof. Hendler explicó que para detectar las reacciones en las profundidades del cerebro, el estudio se realizó en una población singular de pacientes epilépticos a quienes se les insertaron unos electrodos en sus cerebros para evaluarlos antes de la cirugía para extirpar el área del cerebro que genera los ataques de epilepsia. Se les solicitó a los pacientes que jugaran un juego en la computadora, que incluía riesgos y oportunidades, y mientras tanto, los electrodos permitieron a los investigadores registrar, con un alto nivel de precisión, la actividad neuronal en distintas áreas del cerebro asociadas con la toma de decisiones, la emoción y la memoria.
El cerebro sugiere – no arriesgarse
A través de todo el juego, los investigadores registraron la actividad elécrica en las células nerviosas de los pacientes inmediatamente después de ganar o perder dinero. Se les pidió que trataran de acumular monedas corriendo el riesgo de perder dinero de su grupo. Se descubrió que las neuronas en el área de la corteza prefrontal interior respondieron mucho más a la pérdida (castigo) que a la ganancia (recompensa) de las monedas.