Se estima que 300 millones de personas van a padecer diabetes en la adultez para el año 2025 en todo el mundo.
La doctora Nataly Lerner, de la Facultad de Medicina “Sackler” de la UTA, junto con sus colegas, ha descubierto que una prueba de sangre sencilla, A1c, sirve para establecer si un individuo está en riesgo de desarrollar la diabetes de tipo 2 muchos años antes de que se manifieste esta condición.
Este hallazgo, publicado en el European Journal of General Practice, podría ayudar a los médicos a diagnosticar y tratar la diabetes con mayor antelación que hasta la fecha, lo cual es de suma importancia para personas con sobrepeso y grupos de pacientes de alto riesgo. Si bien la prueba de A1c constituye el estándar para diagnosticar esta enfermedad, Lerner y su equipo descubrieron que la existencia de niveles de A1c inferiores al 5,5% podrían indicar un riesgo más alto de padecer diabetes, aún más bajo que el 5,7% que se estipula convencionalmente para los casos de pre-diabetes y que el 6,5% para la diabetes de acuerdo con la American Diabetes Organization y la Organización Mundial para la Salud. En esta etapa, el examen tiene por objetivo analizar a las poblaciones de alto riesgo y no al público en general.