El desafío es no sólo crear un producto completamente nuevo (y satisfactorio) sino también que sea accesible para toda la población.
¿La leche producida con levadura realmente puede parecerse y tener el mismo gusto que la leche de vaca? Según los investigadores de la Universidad de Tel Aviv (TAU) que están tratando de revolucionar la industria láctea – se puede.
A medida que el mundo se va concientizando más acerca de los daños al medioambiente, los animales a gran escala y a nuestra propia salud, causados por la industria láctea moderna, se está invirtiendo más dinero en compañías biotecnológicas en todo el mundo, que buscan formas de crear mejores y más satisfactorios sustitutos para la leche.
El Prof. Tamir Tuller del Departamento de Ingeniería Biomédica de TAU decidió invertir su tiempo y trayectoria profesional en lograr exactamente eso, y junto al empresario Dr. Eyal Iffergan, estableció una startup llamada Imagindairy (imaginen los lácteos), la cual, como su nombre sugiere, intenta lo imposible: producir leche de vaca sin ninguna vaca, sino con levadura.
Si bien los sustitutos de la leche no son nada nuevo, crear uno que logre mantener los importantes valores nutricionales, el sabor distintivo, el aroma y la textura con los que todos estamos familiarizados, aún no se ha conseguido. Por otra parte, esta leche no sólo tendrá el mismo sabor sino que, de acuerdo con esta prometedora startup, la leche de Imagindairy y otros productos queseros serán, efectivamente, más sanos que la leche proveniente de animales, dado que no contendrán colesterol, lactosa o células somáticas, permitiendo que la gente que tiene intolerancia a la lactosa pueda disfrutar también de los sabores lácteos.
El Prof. Tuller explicó que el desafío es no sólo crear un producto nuevo (y satisfactorio) sino también hacerlo accesible para toda la población, a través de precios pragmáticos.
"Este es un largo proceso de perfeccionamiento – de productividad, sabor y, por supuesto, de precio. Este producto no es un sustituto de la leche como las leches de almendras y de soja. Nuestro objetivo es producir productos lácteos que serán idénticos a los que provienen de los animales a través de la introducción del genoma de la levadura a los genes que codifican para el desarrollo de la leche en las vacas”, explicó.